Por otro lado es un gran ejemplo del feminismo burgués importado de USA. Un neofeminismo orientado a mujeres blancas y acomodadas, normalmente instruidas con una o dos carreras. Una corriente que les permite interpretar el papel de grandes perseguidas y discriminadas, y meterse en una lucha en la que se comparan sin ningún rubor con grupos como los homosexuales, negros o judios.
Un feminismo que se va quedando sin materia que denunciar y se tiene que inventar cosas como "las gafas violetas" para que mujeres que no han sido discriminadas de verdad en su vida lleguen a sus casas con lágrimas en los ojos y babeando rabia a escribir para denunciar a un tipo que se ha sentado con la piernas abiertas en el metro (en un vagón en le que normalmente todas las mujeres van sentadas y todos los hombres de pie), o que ha visto una foto de un anuncio de una mujer que tiene mejor cuerpo que ella.
Mientras tanto, los homosexuales, a los que hasta hace 30 años metían en la carcel por serlo, y que aun hoy en muchos pueblos tienen que vivir escondidos porque si no les tiran piedras, consiguen incluir en su lucha a la gran mayoría de la sociedad, celebran una manifestación anual que reúne a un millón de personas, muchas de ellas heterosexuales, y cuentan con la simpatía y el apoyo en sus reivindicaciones de la mayor parte de la gente.
A lo mejor las feministas deberían pensar por qué pasan estas cosas.
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