Esto es en respuesta a la excelente propuesta de Y Combinator “Kill Hollywood”.
Creo que es simple (pero no fácil): vencerles en su propio juego mediante la creación de un nuevo estudio. Un tipo de estudio que nunca antes ha existido. Un tipo que no podía existir antes. Ahora estamos en el momento del tiempo donde Internet, el cine en casa y los dispositivos móviles han convergido en una experiencia multimedia para una masa crítica de gente. La ubicuidad naciente de los dispositivos multimedia con acceso a la web suponen una oportunidad sin precentes para romper con el sistema de distribución de cine tradicional.
Nuestro nuevo estudio funcionará así:
1) Toda nueva producción será fundada y ejecutada como una startup tecnológica. Los términos para nuevas producciones serán transparentes y consistentes. El estudio operará como un “inversor ángel”(1): guionistas y directores propondrán sus ideas de producción al estudio a través de un proceso bien definido (principalmente basado en web) y las mejores ideas recibirán un pliego de condiciones. Los términos variarán en base al talento involucrado y los requisitos de presupuesto, pero serán consistentes con estas dimensiones (por ejemplo, el estudio habitualmente se llevará un porcentaje de la participación accionarial cuando patrocine a un nuevo director, un porcentaje menor cuando patrocine a un director de nivel medio y el menor porcentaje cuando patrocine a un director de alto nivel).
2) A cambio de esta transparencia y condiciones de equidad, los directores y productores de cada producción deberán manejar sus presupuestos extremadamente bien. De hecho, los presupuestos se asignarán sobre una base recurrente y cualquier exceso sobre el presupuesto necesitará ser planteado de forma independiente al pliego de condiciones original. Por ejemplo:
El estudio da luz verde a una producción de 4 meses que cuesta 10 millones de dólares. Los fondos previstos para la producción serán desembolsados en
Esto es en respuesta a la excelente propuesta de Y Combinator “Kill Hollywood”.
Creo que es simple (pero no fácil): vencerles en su propio juego mediante la creación de un nuevo estudio. Un tipo de estudio que nunca antes ha existido. Un tipo que no podía existir antes. Ahora estamos en el momento del tiempo donde Internet, el cine en casa y los dispositivos móviles han convergido en una experiencia multimedia para una masa crítica de gente. La ubicuidad naciente de los dispositivos multimedia con acceso a la web suponen una oportunidad sin precentes para romper con el sistema de distribución de cine tradicional.
Nuestro nuevo estudio funcionará así:
1) Toda nueva producción será fundada y ejecutada como una startup tecnológica. Los términos para nuevas producciones serán transparentes y consistentes. El estudio operará como un “inversor ángel”(1): guionistas y directores propondrán sus ideas de producción al estudio a través de un proceso bien definido (principalmente basado en web) y las mejores ideas recibirán un pliego de condiciones. Los términos variarán en base al talento involucrado y los requisitos de presupuesto, pero serán consistentes con estas dimensiones (por ejemplo, el estudio habitualmente se llevará un porcentaje de la participación accionarial cuando patrocine a un nuevo director, un porcentaje menor cuando patrocine a un director de nivel medio y el menor porcentaje cuando patrocine a un director de alto nivel).
2) A cambio de esta transparencia y condiciones de equidad, los directores y productores de cada producción deberán manejar sus presupuestos extremadamente bien. De hecho, los presupuestos se asignarán sobre una base recurrente y cualquier exceso sobre el presupuesto necesitará ser planteado de forma independiente al pliego de condiciones original. Por ejemplo:
El estudio da luz verde a una producción de 4 meses que cuesta 10 millones de dólares. Los fondos previstos para la producción serán desembolsados en
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