#3 Te voy a mencionar dos pequeñas estrofas de un poema de Quevedo que te responde desde el siglo de oro:
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Está porque tenía el dinero, era joven, ha aguantado viva y lo ha podido contar. La mayoría, sin dinero y habiendo pasado uno o dos años, mueren desamparados.
Disfrutad del liberalismo y recordad el casoplón del Coletas, las becas de Errejon y los pagos de Venezuela a Monedero.
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
El de la expendedora del pub, los que regalaron en el instituto, mi primer paquete en el Pryca...
Todos sin abrir. No se si se habrán revalorizado....
Disfrutad del liberalismo y recordad el casoplón del Coletas, las becas de Errejon y los pagos de Venezuela a Monedero.