Nuestra cultura, y no sólo la nuestra, fetichiza el victimismo. El victimismo es el arma moral definitiva , y el victimismo como arma ha sido el arma preferida en muchos movimientos de reforma social, realmente necesarios y buenos. Pero al igual que las armas nucleares, no debe caer en las manos equivocadas. Todo el feminismo moderno de los últimos 30 años, por lo menos, se basa en un marco de victimología y todos sus topicos- teoría del patriarcado, cultura de la violación, brecha salarial, la guerra contra las mujeres...