Ingredientes: Una sepia de tamaño mediano, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 cebolleta, 1 puerro y 2 huevos.
Para la salsa: 2 cebollas, 3 dientes de ajo, 4-5 tomates, 1 hoja de laurel, una cucharadita de cúrcuma, 100 ml. (aprox.) de vino blanco de cocinar (o uno bueno, si te da el bolsillo), 2 cucharaditas de pimentón dulce y 2 litros (aprox.) de caldo de pescado.
Una vez limpia la sepia, se pica en trozos pequeños, finos. Picar la cebolla, la cebolleta, el ajo y el puerro finamente y pocharlo todo en una sartén con un poco de aceite. Fuego bajo-medio, para pochar. Cuando las verduras estén blandas, pochadas, se añade la sepia picada, pizca de sal y formar las albóndigas con la mezcla, esperar un poco para que se puedan manejar bien con la mano o usar el truco de la tacita de café para formar las esferas. Enharinar las albóndigas, freírlas en una sartén con abundante aceite (puede ser de girasol) y reservarlas sobre papel absorbente.
La salsa: Se prepara un sofrito caramelizado con cebolla, ajo y tomate. Cuando se tengs el sofrito bien cocinado, se añade el vino blanco, la cúrcuma y el pimentón dulce. Se ponen las albóndigas en la salsa y se cocina unos 20-30 minutos a fuego suave.
Para la presentación del plato (no sé por qué, pero es costumbre en casa) cocemos los huevos y los cortamos por la mitad, obviamente podemos cocer los huevos en cualquier momento de “espera” en la preparación del plato.
Bon appétit.