Como un plácido domingo, tranquilo a la vez que triunfal, el cónclave a la búlgara del PP, se dispone a revalidar a su único candido candidato, Mariano Rajoy, nadie le discute, nadie se atreve a contradecirle, los únicos que le ponían un poco de picante a lo soso del asunto, en este escenario, ramplón, ñoño y sin sangre, que son Aznar y Agurre, no están. Mariano se ha quedado solo, por increíble que parezca, ha sabido manejarse entre el fango mas pegajoso y adherente, aguantando los vaivenes del partido, un mar de corrupción, la perdida de poder en las grandes capitales. Mariano a manejado…