Un cambio regulatorio de 2005 (la creación del mercado de emisiones) propició que la gran hidráulica (que no emite CO2) y las centrales nucleares (que tampoco) comenzaran a obtener unos beneficios "no trabajados". Porque ni gran hidráulica ni nuclear habían mejorado sus procesos productivos, ni habían ganado eficiencia, ni nada que se le pareciera. Simplemente empezaron a obtener esos beneficios porque el legislador cambió ciertas reglas del juego. Les llamaron "beneficios caídos del cielo". El Gobierno estima que esos beneficios ascienden a 1.
Comentarios
Supongo que esos 1000 millones caerán en los bolsillos de alguien, los nuestros jamás, para nosotros no hay comunismo, para nosotros: es el mercado amigo. Supongo que caerán en los bolsillos de alguien con un carnet de un partido político.
Me imagino que las nucleares, los invertirán en el reciclaje y mantenimiento de los residuos que producen y que durarán siglos, o a buscar soluciones a los vertidos en la fosa Atlantica.
Bueno igual ese no es su problema.
Se ha hablado bastante del tema, en este enlace me parece que está bien explicado que son los "beneficios caídos del cielo".