Era la primera mañana de Olga Cherniak en un centro de detención del Jersón ocupado. Estaba de pie, con los ojos vendados, fuera de la habitación donde los guardias rusos estaban torturando a su hijo. "Le estaban electrocutando", cuenta entre lágrimas, mientras reproduce en su mente el horror de aquel día. Era agosto de 2022 y su ciudad natal, Jersón, estaba bajo ocupación rusa. [...] Retorciéndose de dolor, su hijo se derrumbó y suplicó a su madre que hablara. "No quiero que me vuelvan a hacer daño así, mamá", sollozó.
Traducción #1,#2