La historia se repite. También este verano, como en 2019, Siberia está sufriendo las consecuencias del cambio climático: olas de calor, derrames de petróleo causados por el deshielo del permafrost y grandes incendios forestales. En un pueblo remoto de Siberia, donde siempre hace frío, se alcanzó el 20 de junio una temperatura de 37 ºC. Esto está causando que el permafrost se derrita y creando perfeсtas condiciones para los mega incendios. Ya han ardido más de 3,3 millones de hectáreas… Y el verano no ha hecho más que empezar.
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