Imploró e insistió para que un médico atendiera al cérvido. Ya en el centro de salud vianés, según relata la Guardia Civil, lo abrazó amorosamente. Pero también se enfadó ante la negativa de los sanitarios a prestarle primeros auxilios al mamífero. Hasta les pidió un hilo y una aguja para suturarle una herida detrás de la oreja e intentó él mismo una cura de urgencia con cinta aislante. Los agentes de la Guardia Civil que acudieron al ambulatorio sostienen que Ángel Manuel estaba borracho y pretendía abandonar el centro.
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