Ayer por la tarde me acerqué, porque sentía la imperiosa necesidad de hacerlo, a la concentración que a las 20 horas se organizó en la Plaça Sant Jaume de Barcelona no sólo en memoria del medio centenar de personas asesinadas en el club Pulse de Orlando este fin de semana, sino también para reivindicar que el amor debe ser libre y que no hay nada más democrático que acostarse con quien uno quiere. Pero la sorpresa saltó cuando, a duras penas, uno veía que poco más de dos centenares de personas habían acudido a la llamada.
|
etiquetas: orlando , orgullo gay , homofobia , manifestación en barcelona