El día que Yumi Yang estaba registrando su matrimonio, un funcionario del gobierno le animó a tener un bebé, aunque ella no le dio importancia, el hombre le acabó dando vitaminas prenatales gratuitas. Poco después, otro funcionario la llamó para preguntarle si las había tomado, y luego una vez que se quedó embarazada para saber si todo iba bien. Pasaron los meses, y varios funcionarios se presentaron en su casa después de dar a luz pidiéndole una fotografía con su bebé para sus archivos. Parece que la situación de Yang no es un caso insólito.
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