Un premio puede sentar «fatal». Sobre todo si se llama Filoxera (plaga mala) y es el malo frente al premio Racimo, si te invita a reflexionar y si considera que boicoteas la igualdad entre hombres y mujeres. A Antonia Alba, abogada de Conil (Cádiz), le sentó así cuando recibió el correo que le anunciaba el galardón, mientras estaba en el hospital con su padre. Se recompuso, lo contó en sus grupos de Igualdad Real y pensaron que lo suyo era ir a recogerlo.
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