Ahora bien, ¿qué hay de todos los que decían ser Charlie en enero de 2015? Entrar con metralletas en las dependencias de una publicación y llevarte por delante a todo el que encuentres a tu paso puede no acabar con el espíritu indomable de esa publicación, pero, desde luego, manda un mensaje potente al resto del mundo: vosotros podríais ser los siguientes. Es, en esencia, la función del terrorismo: no tanto acabar con un problema puntual, sino ejemplarizar, lograr que los demás se piensen dos veces lo que hacen, por temor a las represalias.
|
etiquetas: islam , cristianismo , libertad , terrorismo