Dolores Toro González, acusada de organizar una trama para engañar a hombres dispuestos a prostituirse con mujeres adineradas, admitió este lunes que todo el montaje fue una estafa elaborada con el único propósito de enriquecerse. La principal encausada, que se enfrentaba a una condena de catorce años de prisión –seis por estafa, seis por blanqueo de capitales y dos por pertenencia a grupo criminal– vio reducida considerablemente la pena hasta dos años y medio de prisión.
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