“Recientemente, un excasero me preguntó por mi dirección actual. Esta persona me alquiló un espacio en su casa, que fue el primer lugar al que llamé hogar cuando tuve que dejar mi casa tras divorciarme. Pagué una cantidad de dinero por mi alojamiento y disfruté realmente de mi tiempo allí y, como con cualquier alquiler, pensé que eso era todo” “Ayer recibí esto por correo. Era una carta de esa persona, informándome de que habían vendido su casa y que me pagaba a mí a cada inquilino que habían tenido...
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