Tras rematar la conferencia de paz de Panglong sin ningún acuerdo pero con el pírrico bagaje de un segunda ronda de negociaciones, Aung San Suu Kyi acudió a Estados Unidos en busca del respaldo internacional. Obama, el gran valedor de la transformación democrática del país, prometió levantar las sanciones económicas que ahogan a la nación asiática. La paz, sin embargo, está fuera del control estadounidense. Es China quien puede convencer a las guerrillas que se refugian en la frontera, pero el enfrentamiento le da la llave para seguir...
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