Lo primero que hacían era robar un coche, uno cualquiera. Siempre actuaban de madrugada, en plena noche, con los establecimientos vacíos. Luego, ya fijado el objetivo, peinaban los alrededores de la farmacia en cuestión y levantaban las tapas de las alcantarillas para usarlas como arma arrojadiza.
|
etiquetas: cocaina , estado alarma , robos