¿Te imaginas que no pudieras tocar tu cuerpo? ¿Te imaginas tener sensibilidad en cada uno de tus poros, desear acariciarte, sentir la imperiosa necesidad de masturbarte, y no poder hacerlo porque no puedes moverte? Esta es la situación de millones de personas, millones de personas que reciben apoyos diarios para asearse, vestirse o alimentarse, pero que tienen una sexualidad ausente de esta lista de “necesidades”.
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