En las ciudades hay grandes desigualdades sociales que previsiblemente se ensancharán y se harán más visibles por la pandemia de Covid-19. Permanecer en casa, como ya se nos pide en muchas de nuestras ciudades, a menudo puede significar largas horas de reclusión en viviendas abarrotadas e inadecuadas. Y eso puede tener efectos adversos para la salud. Casi la tercera parte de la población urbana de todo el mundo vive en barrios marginales.
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