El hombre cuyo cuerpo fue descubierto con varias saetas de ballesta clavadas en el cuerpo, en una pensión cercana a Passau, en el norte de Alemania, era un gurú dominador de una secta esotérica, de la que también formaban parte las cuatro mujeres asesinadas. Dominación y manipulación sexual, esoterismo medieval y un pacto para suicidarse o asesinato consentido son algunas de las hipótesis que maneja la policía, aunque todavía hay muchos interrogantes.
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