No pretendan decirnos que el camino es elegir rápidamente un gobierno presidido por quien sea. El camino es impedir que ese quien sea se apropie, con sus colegas, de las instituciones, hacerlas vivir de nuevo; y para ello, hay que acabar de una vez con los modelos organizativos de los actuales partidos políticos y regular su relación con las contrataciones públicas y las empresas concertadas. ¡Fuera! O no tengan duda de que nos terminarán comiendo o idiotizando.
|
etiquetas: moral , política , españa , instituciones