Éste es el aspecto que ofrece el futuro sanitario de EEUU: una población creciente y vulnerable que no sólo requerirá una mayor cantidad de médicos por una simple cuestión numérica, si no también por un incremento en las necesidades de su población. Según la proyección del Census Bureau de EEUU, el 36% de la población serán, a lo largo de los próximos años, pacientes mayores de 65 años que, dada su condición pluripatológica, serán los que más recursos consuman de un sistema sanitario de por sí insuficiente.