La realidad es que España sigue siendo singular en el mundo por lo contrario de lo que nos cuentan: su economía es la más elástica del mundo, la que se caracteriza por una creación de empleo más intensa que ninguna otra en momentos de auge y una destrucción más intensa en momentos de crisis. Ese tobogán, en el que España es líder mundial, no es precisamente un síntoma de rigidez sino de todo lo contrario. “Profundizar en las reformas”, cuando las recetas y la enfermedad son la misma cosa.
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