Un treintañero se tiró de un primer piso de una céntrica calle ourensana gritando "¡quiero volar!". Debajo, la terraza del Café Central estaba llena, y los primeros heridos fueron dos clientes. “Pensábamos que estaba muerto, pero se levantó y comenzó a cantar”, explicaron. Entonces bajó una compañera de piso del precipitado, la cual se dedicó a atacar a los viandantes "muy agresiva"; una de sus víctimas se desmayó. Vecinos temen relación con el consumo de sustancias. Menos de dos semanas antes presenciaron el fallecimiento de una persona.