Dimitri abre los ojos y mira aquellos cuerpos, por primera vez, sin compasión. "Nunca". Lo hace con curiosidad. Queriendo descubrir una anatomía distinta, especial. Almas que desean ser tocadas por primera vez. Son María, Inmaculada, Carmen, Teresa... Ellas se han pasado media vida sin experimentar la caricia erótica de un hombre.
|
etiquetas: crónica , sexo , discapacidad , asistente , sexualidad