Esto es básicamente un campo de concentración para migrantes, un almacén humano. La realidad es que como latinos, si no hacemos nada, si no nos unimos, estos abusos continuarán, y las familias seguirán siendo separadas. ¿Quién será la persona deportada número 2 millones? La pregunta atormenta vecindarios, escuelas y lugares de trabajo desde Phoenix hasta Filadelfia.
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