Irán ajustició a 853 personas el año pasado, un 48% más que en 2022, lo que disparó la cifra global de ejecuciones por pena de muerte un 30% hasta las 1.153, contabiliza Amnistía Internacional en su informe anual. De los países de los que constan datos, Irán encabeza la lista con el 74% del total, seguido por Arabia Saudí (172, un 15%), Somalia (38) y Estados Unidos (24). China es el mayor ejecutor del mundo, aunque se desconoce la magnitud de la práctica porque es considerada un secreto de Estado.