Hace 8 días | Por suppiluliuma a nytimes.com
Publicado hace 8 días por suppiluliuma a nytimes.com

La noche que Ivan conoció a Anna, estaba tan borracho que a la mañana siguiente apenas recordaba su cara, sólo que los ojos de ella eran preciosos. Ese mismo día, Ivan había ascendido a teniente. Durante una cena banquete, los oficiales de su unidad vieron cómo Ivan "se lavaba", un ritual de la era soviética que sigue vigente hoy en día... Esta es una historia en cinco partes. Debido a los riesgos de seguridad a los que se enfrentan los desertores rusos, se utilizan seudónimos. Los sujetos de las fotografías son, sin embargo, reales.

Comentarios

Robus

Puede ser muy interesante, pero es demasiado largo para leerlo de pasada.

No entiendo a los que votan en contra esta noticia, no me creo que se lo hayan leido entero... a no ser que al final haya algún giro inesperado que justifique el voto negativo... pero entonces lo dirían...