Eso obedece a que el IS tiene mecanismos que favorecen a las empresas cuando su situación es mala e incluso les permiten compensar pérdidas y beneficios unos años con otros. El IRPF es más rígido y, por su alto potencial recaudatorio, los gobiernos suelen recurrir a él cuando necesitan cuadrar las cuentas públicas, como hizo Mariano Rajoy nada más llegar a Moncloa a finales de 2011.En el ejercicio previo al estallido de la crisis, el de 2007, el IS aportó al fisco 44.823 millones de euros, según datos oficiales del Ministerio de Hacienda. Esa c
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