Tras más de media hora negociando con el joven la situación se resolvió de la manera más insospechada. Uno de los guardias civiles se subió hasta el tejado donde se encontraba el joven en la jaula de la grúa de los bomberos y le dijo que si se bajaba le regalaría una mascarilla como la que él llevaba, con el emblema de la Guardia Civil, y el joven accedió. En la calle esperaba una ambulancia para trasladarlo hasta el Área de Psiquiatría del hospital de Baza, donde quedó ingresado.
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