El ánimo del periodista preso en Polonia se está resintiendo por las condiciones extremas en las que vive en prisión y por la incertidumbre de no saber cuándo va a tener un juicio justo. Nadie ha sido capaz de explicar qué cargos concretos o qué pruebas se han obtenido en contra de Pablo González. De hecho, Oihana Goiriena, 500 días después de que el padre de sus hijos fuera detenido, ha vuelto a insistir en que en todo este tiempo sólo han recibido "vaguedades sobre la posibilidad de que sea un espía"
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