El Primer Ministro en funciones georgiano, Irakli Kobakhidze, declaró que Ucrania quiere extender la guerra a Georgia tras la incautación de explosivos con destino a Voronezh (Rusia). El envío con destino a Rusia de los explosivos fue detenido en el lado georgiano antes de cruzar la frontera. Según el Servicio de Seguridad del Estado de Georgia, los perpetradores querían dar la impresión de que Tbilisi era responsable de actos terroristas cometidos en Georgia o fuera del país, tanto en términos de planificación como de ejecución.