El problema que tiene mi generación es que para saber dónde va el mundo cree que tiene que mirar a sus padres en lugar de a sus hijos. A la vuelta de Navidad me fui a comer con un amigo. Me habló mucho y muy bien de una nueva persona que hay en su vida, una chica que conoció hacía meses y con la que se estaba escribiendo un montón. “Pero no nos acostamos, eso no. Yo respeto a mi novia”. Nota: el enlace es a web plagio de un medio AEDE. Fuente original (AEDE): elpais.com/elpais/2019/01/15/opinion/1547571821_501227.html
|
etiquetas: manuel jabois , opinión , romance , fidelidad , sexo