El trato que María Isabel Rodríguez está dando a Eduardo Zaplana, en prisión preventiva desde hace ocho meses, parece más propio de un sádico que de un juez, y debería ser objeto de una investigación urgente y exhaustiva. El exministro de Trabajo, exportavoz del Gobierno y expresidente de la Generalidad valenciana se encuentra en estos momentos ingresado en un centro hospitalario, donde los oncólogos tratan, no ya de mejorar su condición, sino de salvarle la vida, que está siendo puesta en grave riesgo de la más escandalosa de las maneras.
|
etiquetas: zaplana , libertad digital , encarnizamiento