Su relato sobrecogedor es un recorrido por unos fallos clamorosos. «Yo personalmente he presentado cuatro denuncias, he ido a los servicios sociales de Huércal, a Almería, a Berja, a Lújar, hemos acudido a los servicios de Protección al menor, a la Guardia Civil, a la Justicia... y todos se han puesto de perfil porque es una mujer».
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