Desde hace ya un tiempo vienen sonando las trompetas de la recuperación económica, la salida de la crisis y la bajada significativa de la tasa de paro. Ya no se habla de la prima de riesgo, de rescate ni de la deuda. El clima de preocupación institucional parece haber terminado y el optimismo se extiende. España crece. Sin embargo, hay un gran número de personas que miran a los lados con estupor y se preguntan dónde está su parte del pastel. A ellos nadie les ha invitado a la fiesta de la recuperación.
|
etiquetas: crisis , desigualdad