La Inspección de Trabajo detectó en un polígono industrial de Valls a dos trabajadores de un planta de reciclaje que realizaban jornadas de 12 horas diarias, sin contrato, sin permiso de trabajo y cobrando alrededor de 400 euros mensuales. Así lo denunció el sindicato CGT, que ha hecho público el caso este lunes. La central sostiene que los trabajadores empleados presuntamente 'en negro' por la compañía podrían elevarse hasta cuatro, si finalmente la policía consigue acreditar la relación entre dos personas más y la empresa.