Kyle se pone una camiseta de color verde oliva y unas botas de cuero pintadas con banderas de Estados Unidos, carga su rifle AR-15 y viaja a Kenosha. Encuentra lo que busca: disturbios callejeros, cristales rotos, pillaje. Sale de patrulla para proteger a los ciudadanos decentes. Al poco rato, misión cumplida. Dispara a tres hombres, mata a dos de ellos y le revienta el brazo al otro. La policía no hace nada.
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