La ley les reconoce que sus hijos tienen derecho a estudiar en un centro ordinario con la ayuda de personal de apoyo para superar sus trabas físicas, sensoriales o intelectuales, pero la realidad es que muchos no pueden hacerlo por la falta de ese personal.
Y tampoco hay que irse tan lejos. Ni siquiera los trastornos más comunes del aprendizaje (que no representan discapacidades reconocidas) suelen estar cubiertos por personal adecuado a pesar de que, desde los departamentos de marketing de muchos centros, se publicite lo contrario.
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Esto lo resuelve la privada con una tarifa adecuada y la pertinente subvención del estado
Y tampoco hay que irse tan lejos. Ni siquiera los trastornos más comunes del aprendizaje (que no representan discapacidades reconocidas) suelen estar cubiertos por personal adecuado a pesar de que, desde los departamentos de marketing de muchos centros, se publicite lo contrario.