A estas alturas casi nadie duda de que el comportamiento de Rubiales es impropio de su cargo, pero cabe preguntarse porqué el gobierno ha reaccionado ahora y no antes. Cuando Luis Rubiales vendió la Superpoca de España a Arabia Saudita, o cuando viajó a Nueva York con su pareja a cargo del dinero de la Federación, o cuando la prensa destapó que grabó con un micrófono oculto sus reuniones con el Ministro de Cultura.
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