Nos quejamos por vicio de la situación del mercado de trabajo. Yo no veo más que oportunidades. Fijémonos en el actual cuerpo de policía de las costumbres o neo interpretadores de textos de solera, desde el presentismo más mediocre y oportunista. Lo que le han hecho a Roald Dahl es un empleo. Alguien ha cobrado por cambiarle, entre otras cosas, un “gorda” por un no sé qué coño. Eso es una forma de ganarse la vida a costa del talento ajeno como aquellos señores que, durante décadas, tacharon con lápiz rojo párrafos y noticias enteras de los per
|
etiquetas: papanatismo , censura , roald , dahl , maruja , torres , empleo