En un hospital de Wisconsin, una mujer permaneció 10 días sangrando mientras los médicos decidían si podían atenderla médicamente. Tras perder al bebé, parte del tejido fetal quedó en el interior del utero provocando el sangrado y con riesgo de infección. La solución era extirpar el tejido que había quedado atrapado, pero la situación legal hizo que los médicos se echasen atrás ya que extirpar tejido fetal del útero podía violar las leyes anti-aborto, lo que puede conllevar hasta seis años de cárcel.
|
etiquetas: aborto , anti-aborto , wisconsin , roe , wade , hospital , medicina