BlackRock y Blackstone se separan en 1994, pero cada uno sigue llevando a cabo por su lado prácticamente las mismas actividades. Ambas son accionistas mayoritarios, al mismo tiempo, en empresas como Apple y Microsoft, es decir, en competidoras, alimentando a un equipo y a su contrario. Las consecuencias más profundas: controlar a niveles imperceptibles las rutinas contemporáneas, gestionar cada posibilidad de cada minuto de la existencia cotidiana, doblegar a los Estados en sí mismos al hacer que sea imposible siquiera rebelarse contra ellos.
|
etiquetas: blackrock , blackstone , capitalismo tardío , especulación , mindfulness