Nestlé ha desarrollado un nuevo sistema con el que puede reducir en un 40% el contenido de azúcar presente en sus chocolates sin que ello afecte al sabor final. El procedimiento se basa en la estructuración del azúcar y su rápida disolución, está pendiente de patente y la compañía espera poder lanzar los nuevos productos con un 40% menos de azúcar en el año 2018.