En nuestra completamente adulterada economía de mercado, parece que el sentido común de las reglas de juego debe ser alterado a discreción de los intereses de los gobiernos y lobbies de turno: las ganancias, a menudo nutridas de previas subvenciones milmillonarias, se privatizan; y las pérdidas, ya sean de bancos, autopistas, automovilísticas, constructoras o agricultores, se socializan. El contribuyente, cómo no, siempre paga. Esta ocasión no ha sido una excepción.
|
etiquetas: rescate agrario , rusia , bloqueo