La transición de una persona civilizada y no violenta a una persona capaz de ejercer la violencia puede verse influida por diversos factores. Si bien algunas personas pueden tener tendencias latentes que permanecen latentes hasta que se desencadenan, otras pueden verse impulsadas a la violencia por fuerzas externas como crisis sociales, acontecimientos traumáticos o estrés extremo. A menudo, las condiciones psicológicas, sociales y ambientales se combinan para erosionar las restricciones morales y éticas, haciendo de la violencia una opción vi