Cuando tenía 24 años, se confabuló con sus padres y con su marido para matar a su mejor amiga y arrebatarle a su hijo. Fue condenada a 30 años de cárcel. En prisión conoció a un preso con el que tuvo un hijo. Desde hace un tiempo, sale cada día del centro a trabajar. El 16 de abril, el niño robado cumplirá 21 años tras haber crecido sin madre por la obsesión de quien, durante 38 días, lo acunó y alimentó como si fuese su hijo.
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