Un hombre de 72 años, con tendencia a desorientarse, partió de Bélgica para reencontrarse con su hermana en Asturias pero aterrizó en Catalunya. Estuvo dos días dando vueltas desorientado y sin equipaje hasta que los Mossos lo recogieron. El consulado belga se desentendió de él y fue un Mosso d'Escuadra y una trabajadora social los que se ocuparon de él, durante 15 días hasta que consiguieron que se reuniese con su hermana.
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