El pabellón madrileño se ha desdoblado en dos durante la pandemia: por un lado, centro de vacunación masiva y por otro, recinto para actuaciones. Pocos de los que están esperando en la sala de espera para vacunarse del coronavirus, se imaginan el trajín que se vive a escasos metros. Operarios que colocan cientos de sillas, ingenieros que calculan los tendidos eléctricos para el escenario, técnicos trayendo y llevando instrumentos...
Comentarios
Con ese cartel no hace falta restriccion de aforo, no irá nadie igual.
#1 Ese cartel llena. Y las autoridades sanitarias lo saben, por eso lo permiten, porque si hay un brote que sea en ese concierto.
#2